¿Estás al servicio de tu mente o tu mente está a tu servicio…?

Nuestra mente genera miles de pensamientos al día, ¿cuántos de ellos están en el futuro o en el pasado…?, ¿cuánto tiempo del día gasto pensando en eso…?, ¿cuánto tiempo del día estoy enfocado en el presente…?
“El pasado es un recuerdo, el futuro un misterio, el hoy un regalo… por eso se llama presente”.
Esta frase nos da una enseñanza muy valiosa, lo único real, palpable, evidenciable , es el aquí y el ahora, es el presente. El futuro y el pasado sólo son ideas en nuestra mente….
La visualización es una herramienta muy útil para enfocarte en lo que sí quieres… mas una pieza muy importante para que esa visualización funcione, es conectarla con el corazón, ponerla en tiempo presente, es decir, YO SOY… y todo lo que venga después ponlo en el aquí y en el ahora, en armonía con todo el universo y de manera perfecta, dando GRACIAS porque ya lo SIENTES tuyo. Al hacerlo de esta manera, lo que estás visualizando en tu mente lo estás sintiendo con el corazón, generando una energía tan grande que hace que la Ley de Atracción, que es otra ley ineludible universal como la gravedad, se ponga en funcionamiento y atraiga lo que tu estás creando. Lo estás sintiendo, lo estás viviendo hoy… el universo, Dios, o en lo que tu creas, es uno solo, todo se vuelve Uno.
Todo es energía en movimiento, todo está conectado, una perfecta unidad en la diversidad…
Un mente a tu servicio es aquella que se enfoca en el presente, es decir, en ser en el aquí y en el ahora, la mejor versión de ti mismo, creando, siendo, viviendo… lo que tú decidas Ser hoy…
No es ver para creer, es creer para ver, cuando tu crees, CREAS! Nuestro mundo exterior es una proyección de lo que está sucediendo en nuestro mundo interior, por eso antes de intentar cambiar al mundo, cambiemos nosotros primero. Cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas que miras cambian… no me creas, ponlo en práctica y experiméntalo tú mismo…
Una mente a tu servicio escoge con qué pasamientos quedarse, y lo hace a través de los emociones, que son el termómetro que me permite medir si estoy enfocado en lo que sí quiero o en lo que estoy tratando de evitar. Si la emoción que estoy sintiendo es de baja energía como por ejemplo: ira, celos, envidia, rencor, venganza, ambición, etc.; PARA! respira profundo y discierne si lo que estás sintiendo te funciona para lo que quieres Ser o te está desenfocando. Elige pensamientos que eleven tu energía, todos aquellos que te hagan sentir bien como por ejemplo: amor, alegría, paz, etc. No luches contra las cosas que quieras cambiar, a lo que resistes, persiste… simplemente déjalo ir, la clave está en renunciar y hacerlo con mucho amor y gratitud, ya que si no fuera por eso, no hubieras podido darte cuenta de lo que realmente eres.
El reto es hacer de esto un hábito, es decir, ponerlo en práctica todos los días, con disciplina y mucha conciencia de que lo que pienso, digo y hago estén alineados con lo que elijo SER.
Visualiza desde el corazón…