¿Por qué implemento un Sistema de Gestión?

La implementación de un Sistema de Gestión cualquiera que este sea, de Seguridad Alimentaria, Calidad, Seguridad y Salud Ocupacional, Medio Ambiente, Laboratorios o cualquier otro da respuesta a una pregunta fundamental:
¿Por qué implemento un Sistema de Gestión…?
Si tu respuestas son: “Porque toda la competencia lo tiene”, “El cliente me lo pide”, “El mercado al que quiero entrar me lo pide o es un requisito legal”; vas por el camino equivocado.
Un Sistema de Gestión es un compromiso gerencial, una decisión estratégica y por tanto, las únicas y valederas razones para implementar uno es mejorar como empresa y dar un mejor servicio a mi cliente y a todas las partes interesadas (personal, proveedores, comunidad, entre otros).
Muchas veces los gerentes se encuentran con el dilema de ¿cómo o para qué voy a implementar un Sistema de Gestión si cuesta mucho? En realidad es una pregunta muy válida desde el punto de vista gerencial, pero este no debería ser un dilema, porque un Sistema bien implementado es un Sistema que se paga solo.
Un Sistema implementado porque alguien lo pidió es un Sistema que pierde importancia y por tanto se deja descuidado y eso por supuesto que va a generar costos extras, en este momento el Sistema es más una carga que una ayuda.
Si tu Sistema te genera gastos, está mal implementado, si no ha ayudado a tu planta a mejorar, está mal implementado, si no ha organizado mejor tu empresa, está mal implementado, si no ha mejorado el desempeño de tu talento humano, está mal implementado.
No voy a mentir la implementación de un Sistema de Gestión si genera inversiones, no costos, inversiones. Pero esas inversiones tienen que verse retribuidas con disminución de costos, disminución de desperdicios, aumentos en ventas, generación de nuevos mercados, disminución de re-procesos, disminución de devoluciones, entre muchas otras cosas; ahí si podemos decir que ¡un Sistema de Gestión que funciona!
El principal objetivo gerencial y estratégico de implementar un Sistema de Gestión tiene que ser mejorar mis procesos, mejorar mi ambiente laboral y por supuesto incrementar la satisfacción de mis clientes, dándoles productos más estandarizados, más controlados y con mejores características. En un Sistema de Gestión de Seguridad Alimentaria, el propósito tiene que ser exactamente ese, tener un férreo compromiso con la inocuidad del producto y por tanto, con la salud y el bienestar del consumidor. Si he logrado o estoy logrando esos objetivos, mi norma está bien implementada y bien pagada.
Ahora, yo siempre suelo decir: que la norma (o la implementación de un Sistema) trabaje para ti, no tú para la norma. No te llenes de registros “porque la norma pide”, crea los registros que realmente te van a dar información importante, información que además debes analizar, como dice el dicho: “Si es importante mide, si mides analiza y si analizas ¡toma decisiones!”. Toda esa información recopilada y analizada de datos que sí son importantes, van a ser tu empuje para la mejora continua y para que el Sistema que estás implementando sea una ayuda y no un estorbo.
Los Sistemas de Gestión funcionan, si te comprometes con ellos y si los implementas y mantienes bien; sino, simplemente no funcionan.
¿Tu empresa ya tiene su Sistema de Gestión…?
Y, ¿si ya lo tienes implementado, realmente te está ayudando a crecer, a mejorar y está pagándose sólo…?
Si no es así, debes replantearte esa implementación hacia algo que sí te funcione y te beneficie. La inversión inicial, desde este punto de vista, no debería ser un impedimento.
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