La nueva economía no es de las grandes corporaciones, sino de los emprendedores.

En 1900 habían 485 fabricantes de automóviles en EE. UU., ¿Cuántos quedan hoy? Tres, y con problemas. Chrysler ha sido absorbida. El más grande, GM, ya ha pasado a manos del Gobierno.
En los años ochenta del siglo pasado había 40 fabricantes de ordenadores en EE. UU. ¿Cuántos quedan hoy? Cuatro.
En EE. UU., los emprendedores son menos del 20%, todavía, pero dos tercios de los millonarios.
Definición de agente libre: personas que trabajan para sí mismas en micronegocios, en ocupaciones con significado, liderando su carrera profesional (Directores Generales de su vida, Consejeros Delegados de su libertad). Desarrollando una ocupación con un gran sentido: una misión o propósito vital, algo que vale la pena, no es sólo por dinero. Si tiene significado, el dinero llegará.
Los paradigmas más comunes a superar por los emprendedores son:
A mi edad, ya es tarde para tener un negocio.
Aún soy demasiado joven para tener un negocio. Míster IKEA, el sueco Ingvar Kamprad y quinto hombre más rico del mundo, empezó su negocio IKEA con 17 años ; Carlos Slim, de México y tercer hombre más rico del mundo, empezó a los 10 años vendiendo golosinas.
No tengo experiencia ni conocimientos. Por supuesto que no tienes todo eso, nadie lo espera. Además, ¿para qué sirve la experiencia en un mundo que cambia tan rápidamente? Prueba mejor con la imaginación.
Se necesita mucho dinero para empezar. En este momento, en Occidente al menos, la riqueza está correlacionada con la creatividad y el talento. La mente rica es imaginativa, usa el cerebro derecho y desarrolla su coeficiente de inteligencia emocional.
Primero me formaré. No es lo que aprendes sino lo que haces con lo aprendido lo que marca la diferencia.
Esperaré a que llegue la oportunidad. ¿Si creas tu gran oportunidad, cómo podría escapar si serás el primero en verla?
No tengo tiempo. En esto la vida es muy equitativa, todos disponemos de 24 horas al día, la diferencia está en lo que hacemos con el tiempo. Disciplina.
Es muy arriesgado. No son los negocios lo arriesgado sino algunas mentalidades.
Necesitaría mucha suerte. La necesidad de suerte es una superstición tribal, una fantasía irreal. ¿O crees que en las cabinas de los jets hay colgadas patas de conejo?
Ahora no es un buen momento. El único momento bueno que conozco es este momento presente, por la razón de que no hay otro.
Tengo una hipoteca que pagar. Ningún bien material debería separarte de la vida que anhelas.
Tengo una familia que mantener. Yo creo que tener una familia es la mejor situación para emprender porque le confiere significado a tu proyecto y lo integra en un contexto más amplio.
Necesito tener un sueldo estable. ¡Consérvalo mientras lo necesites!
Steve Job, Mister Apple, un año después de crear el exitoso ordenador Mac tuvo que abandonar la empresa que ¡había creado él mismo! Resultó que mientras Apple crecía, contrato a alguien muy capacitado pero con quien se creó una brecha, y el Consejo de Administración apartó a Steve del negocio. A los 30 años estaba fuera de su propia compañía. Y lo que había sido el centro de su vida, terminó de pronto. Pensó incluso en abandonar el Silicon Valley pero su corazón aún amaba lo que hacía; su gestión había sido rechazada, si, pero aún se sentía apasionado por su trabajo. Decidió empezar de nuevo; se convirtió en un principiante. En cinco años creó Next y después compró Pixar con ésta última produjo el primer largometraje de la historia por ordenador (Toy Story). Un taquillazo. Y un buen día, vueltas que da la vida, Apple —estancada y con problemas— compró Next; así Steve regresó a dirigir Apple, a la cima de la empresa que él había creado años atrás. Todo lo pasado, de pronto, había valido la pena, estaba de nuevo en casa. Hoy su empresa, y el se han convertido en un mito. Su secreto: el amor por lo que hace, no abandonar nunca, mantenerse «hambriento» de pasión...
Fuente: “El Código del Dinero”. Autor: Raimon Samsó.
#TalentoHumano #coaching #Emprendimiento #Emprender #MejoraContínua #innovación